Después de un accidente automovilístico, su mente se llena de preguntas. ¿Están todos bien? ¿Estoy herido? ¿Cuánto daño le hizo al auto? ¿Qué pasa después? En medio de la confusión, es fundamental recordar una cosa: en Texas, asegúrese de llamar a la policía inmediatamente después de un accidente . Este es el por qué:

  • Requisito legal: La ley de Texas exige que usted informe cualquier accidente automovilístico que resulte en lesiones, muerte o daños a la propiedad superiores a $1,000. Llamar a la policía cumple con esta obligación legal. Ignorar esta regla puede tener consecuencias graves, incluidas multas y la posible suspensión de su licencia de conducir.
  • Documentación precisa: un informe policial proporciona un relato imparcial del accidente por parte de un tercero. Los oficiales documentan detalles críticos, como la fecha, hora, ubicación y condiciones de la escena del accidente. También recopilan testimonios de conductores, pasajeros y testigos. Este registro completo puede resultar invaluable cuando se trata de presentar reclamos de seguros o defender su caso ante los tribunales.
  • Determinación de la culpa: la policía está capacitada para evaluar las escenas del accidente y determinar quién es probablemente el culpable basándose en la evidencia disponible. Aunque su determinación no es legalmente vinculante, puede influir en las decisiones de las compañías de seguros y posiblemente fortalecer su caso, en caso de que llegue a un litigio.
  • Prevención de más accidentes: la policía puede gestionar el tráfico alrededor del lugar del accidente, reduciendo el riesgo de accidentes adicionales. También pueden organizar la retirada segura de los vehículos siniestrados, haciendo que el área sea más segura para otros conductores.
  • Protección contra estafas: algunas personas sin escrúpulos pueden intentar aprovechar el caos posterior a un accidente para organizar estafas o reclamaciones de seguros fraudulentas. Una presencia policial puede ayudar a disuadir tales actividades y proteger sus intereses.
  • Salud y seguridad: los agentes de policía suelen ser los primeros en responder a la escena de un accidente y pueden garantizar que las partes lesionadas reciban atención médica inmediata si es necesario. Su formación les permite ayudar en caso de emergencia hasta que lleguen los paramédicos.
  • Inicio de reclamaciones de seguro: las compañías de seguros suelen exigir un informe policial para procesar una reclamación. Un informe rápido garantiza que pueda comenzar el proceso de reclamo de seguro lo antes posible, lo que facilita una resolución más rápida.

Mientras espera que llegue la policía, es importante mantener la calma, brindar información precisa y evitar admitir culpa o responsabilidad al hablar con otros conductores o cualquier otra persona en el lugar. Cualquier declaración que haga puede incluirse en el informe policial y podría usarse en su contra más adelante. También es esencial reunir pruebas propias, como fotografías de la escena del accidente e información de contacto de los testigos.

¿Cómo puede ayudarle un abogado de accidentes de RTRLAW después de un accidente?

Después de un accidente, otro paso fundamental es consultar con un abogado con experiencia en accidentes automovilísticos. El equipo legal de RTRLAW tiene un profundo conocimiento de las leyes de tránsito de Texas y puede guiarlo después de un accidente. Podemos ayudarlo a proteger sus derechos, negociar con las compañías de seguros y garantizar que reciba la compensación que merece si ha resultado lesionado.

Si ha estado involucrado en un accidente automovilístico en Texas, llame a RTRLAW ahora. Ofrecemos una revisión de caso gratuita y sin compromiso, y tomamos casos en contingencia, lo que significa que no pagará nada por adelantado o nada en absoluto a menos que ganemos su caso. Los abogados de RTRLAW están listos para luchar por sus intereses. Llámenos sin costo al 1-833-HIRE-RTR (1-833-447-3787) o a nuestra oficina de Garland al (972) 521-8835. Estamos disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana para ayudarlo a superar las complejas secuelas de un accidente automovilístico.